Es lamentable la actitud de algunas personas. Mi frustracion online de hoy va hacia dos situaciones que me han tocado las gonadas por el pasotismo nacional vigente. Bueno, la verdad que en Madrid o Barcelona, lo que me ha pasado hoy no pasaria, so pena de que los pasotas recibieran un buen bocinazo de los que quitan er sentio..
La primera, mientras iba a hacer gestiones en mi Jaguar, tras sacarle brillo a los cromados, y pulir las finas maderas del puesto de mando con un esparadrapo de Chamois, apunte el morro de mi magnifico vehiculo britanico hacia mi oficina de la Chase Manhattan Bank mas cercano, para recoger mi tarjeta Amex Platinum. Como mi coche es ancho, y todavia no tiene la capacidad de desenchansarse a golpe de boton para caber por huecos de menos de unecciones opuestas, hablando sobre banalidades del " Como esta la yaya" , y " La Puri tiene diarrea" .
Como a la vez suaves melodias de Enrico Carusso recorrian el habitaculo de mi magnifico metro, me encontre atascado tras dos personas egoistas que viajaban en sendos vehiculos en dirJaguar, decidi esperar de la forma mas paciente a que terminasen, para que yo pudiese seguir mi camino hasta la Chase Manhattan Bank de la localidad gaditana de San Roque. Cuando ya teniamos casi media docena de pacientes sufridores automovilisticos detras de mi, estas dos egoistas personas acordaron disolver su reunion en medio de la calle, siguiendo su camino como si no hubiera pasado nada.
Como por lo visto esta prohibido, me abstuve de sacar el bate de baseball y decorar los coches de estos energumenos motorizados.
El segundo caso fue similar, aunque solo estaba implicado un camion de corto tonelaje, y una abuela de esas que se pasan el dia viendo tele chorradas , a juzgar por su expresion chochesca y senil. Pues nada, como la anterior situacion, la mujer hablaba con el camionero preguntandole si su niño hacia caquita, o algo de vital de importancia por el estilo, mientras medio centener de coches intentaban llegar a sus destinos. Este lamantable hecho tuvo lugar en un paso de cebra, a la entrada de mi ciudad, y para colmo, una vez que el camionero habia puesto en marcha su monton de chatarra con ruedas, la chouchona abuela intento tirarse debajo de las ruedas de mi esplendido obra de arte britanico, porque probablemente no acertaba ver unas rayas blancas anchas que cruzaban la calle a pocos metros de distancia.
Creo que habria que ir pensando en hacer movilizaciones contra estas atitudes tan egoistas.
CORTESIA DE FRED MACHUKA.
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